martes, 13 de marzo de 2018

Un título de fantasía

Hay un palmarés insólito en el fútbol argentino. Uno que muestra a Arsenal en la cima y a Boca y River compartiendo el último lugar. Se trata del palmarés de la Supercopa Argentina, el trofeo que los dos equipos más grandes del país se disputarán este miércoles en una final más artificialmente inflada que pollo de hipermercado.


¿Por qué Arsenal está primero? Porque la disputó dos veces, en las dos primeras ediciones. Ganó la primera, a Boca, por penales, y perdió la segunda, contra Vélez. Después murió Grondona y el equipo de Sarandí no solo dejaron de disputar Supercopas sino que su destino inexorable parecer la B Nacional.

¿Por qué Boca y River están últimos? Porque son, junto con el propio Arsenal, los únicos equipos que la disputaron dos veces, y ambos perdieron las dos. Boca, después aquella caída en la edición inaugural, cayó en un recordado 4-0 contra San Lorenzo en Córdoba. River, por su parte, fue derrotado primero por Huracán (que meses después también lo eliminaría en semifinales de la Copa Sudamericana) y luego en un recordado 3-0 por Lanús (que meses después lo eliminaría en semifinales de la Copa Libertadores, en una serie más recordada aún).

Una pregunta más. ¿Qué tan preocupados han estado River y Boca durante estos años por hallarse en el fondo de esta tabla de siete equipos? La respuesta es simple: nada. La Supercopa argentina, en realidad, no le interesa a nadie. Los mismos protagonistas del superclásico de este miércoles han declarado en reiteradas ocasiones que le darían una importancia incomparablemente menor si el rival a enfrentar fuera otro. Toda la expectativa que concita este partido está dada, precisamente, por tratarse del superclásico. Si no fuera el superclásico, de hecho, ya se habría jugado, a finales de enero o comienzos de febrero, como se disputó en años anteriores. El “amistoso” que jugaron el 21 de enero en Mar del Plata (ganó River 1-0) tendría que haber sido esta final, y nos ahorrábamos toda esta tensión fogoneada hasta el hartazgo por los propagandistas del fútbol televisado que se hacen llamar periodistas deportivos.

River y Boca, Boca y River. Este miércoles, uno de los dos saldrá del fondo del palmarés de la Supercopa Argentina, y el otro se quedará ahí, con el ignominioso saldo de tres finales disputadas y las tres perdidas. Pero, para quien deba sufrirlo, esto último será lo de menos. Lo angustioso será tolerar la derrota ante el archirrival. Y luego la vida futbolera seguirá. Ni Gallardo ni Guillermo dejarán sus cargos por una derrota en este partido. Mejor o peor, seguirán adelante en busca de los objetivos importantes, que son los que vendrán. Lo de este miércoles es casi un título de fantasía. Aunque nos lo vendan como la Final del Mundo.